SEMP - Sociedad Española de Medicina Psicosomática

  Obituario

En Memoria del Dr. Vicente Arias Diaz 

  07/07/2020 12:34


En Memoria del Dr. Vicente Arias Diaz


Dra Dolores Crespo.

Miembro de Honor de la SEMP 

El dia 5 de junio de 2020 recibimos la triste noticia del fallecimiento de nuestro querido amigo y compañero,Vicente Arias Diaz.Médico, especialista en Medicina del Trabajo en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid,y vocal de la Junta directiva de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo. Dentro de la Sociedad Española de Medicina Psicosomatica ocupó diferentes cargos dentro de la Junta Directiva, siempre marcando una tendencia de cordialidad y amabilidad para con todos los socios, lo que le hizo ser un miembro muy distinguido y apreciado dentro de la Sociedad.

Fue una persona bondadosa, buen amigo de sus amigos. Luchador, que nunca entendió el no como respuesta, un magnifico compañero, siempre dispuesto a echar una mano a quien lo necesitaba y un defensor de la Medicina del trabajo,con especial dedicación a la salud de los médicos, siempre con una visisón humanista y pscosomática.

El Dr. Arias ha tenido una estrecha relación con el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM). Desde junio de 2001 a febrero de 2012, se responsabilizo ,de forma altruista ,de la Comisión de Ayuda y Prevención del Médico(C.A.Y.P.A.M.) posteriormente continuó como miembro colaborador en el Plan de Atención del Médico Enfermo (P.A.I.M.E.) En noviembre de 2018 entró a formar parte de la Junta Directiva del Aula Lúdica del ICOMEM

Era miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Especialistas de Medicina del Trabajo (AEEMT) desde 2016 hasta la actualidad. En esta asociación ha tenido una larga y activa trayectoria tanto a nivel profesional como personal. Ha destacado su trabajo y entusiasmo en promover distintas actividades, en especial su impulso en la organización de los grupos funcionales de la asociación y de las Jornadas de Actualización de Vacunación en el Ámbito Laboral. ".

Fue cofundador y miembro de la Comisión Ejecutiva de la Universidad Libre de Infantes “Santo Tomas de Villanueva”, donde se distunguió por su infatigable actividad. Enamorado de su tierra natal, el Campo de Montiel y su Almedina,.


Trayectoria profesional y méritos académicos 

Se licenció en Medicina en la Universidad Complutense de Madrid en el año 1975. Completó dichos estudios con los de Salud Pública, Gestión Sanitaria y Prevención de Riesgos Laborales en la Universidad Autónoma de Madrid. En dicha universidad también cursó el Master en Prevención de Riesgos Laborales, Seguridad y Salud en el Trabajo en el año 1984. En 1989 se especializó en Gestión Hospitalaria por la EADA Business School. 

Como vocal de la Comisión Nacional de Especialidad de Medicina Aeroespacial del Ministerio de Sanidad y Consumo (1987-1991) realizó estudios y participó en la actualización del programa de formación de los médicos especialistas en Medicina Aeroespacial en España. Posteriormente entró a formar parte de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina del Trabajo (1999-2001) del Ministerio de Sanidad y Consumo. También prestó sus servicios como técnico asesor de Medicina de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales en el Servicio Madrileño de Salud. 

Tuvo amplia experiencia hospitalaria, inicialmente en el Hospital del Aire como Jefe del Servicio de Prevención. Posteriormente, ostentó el mismo cargo en el Hospital General Universitario Puerta de Hierro. Se incorporó al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital Gregorio Marañón en febrero de 2007. En abril de 2015, el Dr. Arias llegaba al Hospital 12 de Octubre. 

Entre sus méritos profesionales destaca la imposición de la Medalla de Oro del Foro Europa 2001 al mérito profesional, la Medalla de Oro 2013 de la Sociedad Castellana de Medicina y Seguridad del Trabajo y la Mención de Honor de los Premios 2013 del Consejo General de Relaciones Industriales y Ciencias del Trabajo.Fue investido recientemente Caballero de Yuste

No pudimos acompañarte en el último adiós por las estrictas medidas impuestas por el estado de confinamiento que estábamos sufriendo debido a la Pandemia COVID 19.

Desde La Sociedad Española de Medicina Psicosomatica, queremos enviar nuestro más sentido pésame a sus tres hijas y su familia en general, por una pérdida tan sentida por todos nosotros.


Descansa en Paz, querido Vicente. Tus compañeros socios de la SEMP, nunca te olvidaremos.


Abelardo Guarner Vila 

  20/05/2014 10:00


Ha fallecido Abelardo Guarner Vila. Expresidente de la SEMP. En Barcelona, el día 24 de abril de 2014. Le encomendamos y le agradecemos sus muchos servicios a la Sociedad y a sus miembros durante tantos años. Manifestamos nuestro pesar a sus familiares.


Pedro Ridruejo-IN MEMORIAM 

  20/05/2014 09:50


IN MEMORIAM

PEDRO RIDRUEJO ALONSO

Madrid, 14 de febrero de 2008

 Recuerdo con viveza aquel primero y prolongado encuentro con Pedro Ridruejo al regreso hacia Barcelona, del II Congreso Nacional de Psiquiatría celebrado en Playa D`aro en Gerona en 1998.

 Su cordialidad y sencillez me ganaron. Su largo discurso sobre su concepto y los nuevos horizontes de la Medicina Psicosomática orientaron y consolidaron mis proyectos y líneas de actuación profesionales.

 A este, sucedieron otros muchos encuentros por los que me siento afortunado y enriquecido. Sus ponencias sobre Personalidad y Patología en el congreso de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática (Madrid 2004), su Conferencia de Apertura, sobre “El designio de la Psicosomática en Lain Entralgo” en el III Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática en Psiquiatría” el 24 de Mayo de 2005 y su aportación en torno a la Magnetolectroencefalografía en uno de los Encuentros de Neurociencias en la Clínica Universitaria de Navarra-Madrid (entonces Clínica Salvia) en 2001, El Congreso malagueño de la Asociación Española de Médicos escritores y artistas “Personalidad y Psicopatología en Sancho Panza” (2005) donde intervino.. Y –por no alargarme más- la brillante exposición sobre “El envite ecológico y su huella en Psiquiatría” en el Colegio de Médicos de Sevilla (Junio de 2006).

 En todas estas ocasiones el diálogo con Pedro fue enormemente entrañable, confiado y lúcido, es más, siempre fue, junto a todo eso, plenamente trascendente. Pedro irradiaba de continuo un sentido cristiano del vivir y del obrar.

 Me resulta especialmente llamativo, en este momento doloroso en que conozco la noticia de la muerte de Pedro, el recordar su obra, los textos que Pedro me hizo llegar y me dedicó el último: “Fundamentos de Ecopsiquiatría: Psiquiatría y medio ambiente”. Las Rozas (Madrid). Hobe, 2005.

 Antes el compendio de sus poesías bajo el título”Antología poética”, y aquella respuesta sobre “La Resurrección de Cristo”, de profunda reflexión teológica, publicada en “Ciudad de Dios”, Revista Agustiniana.

 El profesor Ridruejo, hombre modesto y humilde, no solía hacer gala de su currículum verdaderamente vasto y brillante. Cuando tuve que manejar sus datos biográficos me sorprendí con sus licenciaturas, doctorados y sus cátedras, tesis, libros, revistas, conferencias, ponencias… Son incontables y de elevada calidad. Destacaremos:

  El Tratado de Psicología Médica (1996), coautor con los profesores Medina León y Rubio Sánchez

 Y los artículos:

  “Psiquiatría y economía: proyecciones mutuas” (1999).

   “El envejecimiento patológico” (2004)

 Su amor a Soria y sus gentes se manifestaba en sus conversaciones y alguna vez se canalizó en investigaciones sobre rasgos metabólicos relacionados con la salud de los sorianos.

 ¡Cómo gozó nuestro amigo Pedro cuando visitó en su último viaje a Sevilla, el Hospital de la Caridad con los cuadros de Murillo y Valdés Leal, con el ambiente de caridad y misericordia que allí contempló para con los acogidos! ¡Y cómo lo agradeció!

 También me habló Pedro de sus amores; de los humanos y los divinos, de su hermana Carmen, de sus amigos y de sus compañeros. Buen amigo, Pedro supo prodigar su afecto y tiempo a favor de aquellos a quienes trató y de ordinario sirvió.

 Por último, señalaré, en estas líneas necrológicas, surgidas con espontaneidad desde la amistad y el cariño, la juventud de espíritu del Profesor Ridruejo, los años y la amplia experiencia que no mermaron su estilo jovial y juvenil.

      Manuel Alvarez Romero

18-II-08



Carta necrológica de José Mª López Gallard 

  20/05/2014 09:47


NECROLÓGICA DE JOSÉ Mª LÓPEZ GALLART

COMO UN CARTERO EN MILICIAS


En pleno XXXIII Congreso de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática (SEPM) me llega la noticia a través de Rodolfo, como un trallazo. Pasa enseguida a Maxi, Antonio Lobo, Ricardo, Eduardo, José Mª, y a otros muchos que hemos convivido horas congresuales y de amistad con Pepe López Gallart a lo largo de tantos años. Sorprendidos y con dolor asumimos la ausencia de Pepe. Enseguida se suceden recuerdos y anécdotas de parte de unos y de otros.

El 7 de abril de 2003, jugando al tenis, se nos fue Pepe. Tal como vivió, con naturalidad; tanta que pensaron sus compañeros que la caída al suelo era una broma simuladora en lugar del fulminante infarto.

He tenido necesidad, meses atrás, por primera vez, de revisar las actas de las Asambleas y Reuniones de la SEMP y allí, alrededor del año 1975, aparece José Mª López Gallart, tal como recordaba tantas veces con su íntimo y buen amigo Abelardo Guarner.

Luego, tras las Reuniones, vinieron los Congresos. Y en el Primero, a la vez XXIV Reunión de 1988 en Alicante, ya era una buena parte del “alma” de la Sociedad, el Tesorero de la misma, José Mª López Gallart. En este evento fui recibido como miembro en la SEMP y avalado por él mismo. Con cordialidad paternal me explicaba los pormenores y me animaba a la colaboración activa.

Desde entonces con cuanto cariño recordamos tantos Congresos en los que siempre fue “el Tesorero de la Sociedad”.

Animoso, bromista, simpático, espontáneo, -y sobretodo optimista- sabía encontrar siempre, y en cualquier asunto, lo positivo.

Pepe fue un constante “servidor”. Se las ingeniaba para cargar con el quehacer preciso y facilitador de los problemas. Recibos devueltos, direcciones insuficientes, informaciones incompletas, etc. propiciaban el, a la vez, pequeño y gran servicio de Pepe.

Y aquí viene a encajar la anécdota, que Rodolfo refiere de los años de Milicia Universitaria en Castillejos. Una “recomendación” malentendida le había llevado a los menesteres de “Policía militar”. Nada más lejos de las aspiraciones de nuestro amigo. Un nuevo toque “comendaticio y rectificador” condicionó el que le llamase a su despacho el mismísimo Coronel del Campamento para preguntarle: “Entonces, López Gallart ¿en qué servicios irían bien sus cualidades?”.

 Y su respuesta: “Mi Coronel ¡Yo lo que quiero es ser cartero del Regimiento!”.

Luego, al referirlo, solía meditar en voz alta: “A las doce en coche a Reus, vuelta cargado de “buenas noticias” que repartir una a una. A las cinco recogida de cartas y a Reus, cenar y … otro día!”.

Pienso que ese “repartir buenas noticias y servir de puente” iba muy al pelo con José Mª López Gallart. Es algo que ha sabido hacer de maravilla y en beneficio de tantos a lo largo de su vida.

¿Qué decir de su dilatada vida profesional? Además de magnífico y competente gastroenterólogo fue un maestro en la relación médico-paciente y un modelo en el quehacer psicosomático. Me consta su capacidad de escucha y comprensión. A veces, bromeando cómo le gustaba oír que parecía la mismísima Elena Francis, a base de tan atenta y prolongada escucha a los pacientes. Bien que conocía la amplia virtud sanadora de la escucha, la empatía y el cariño.

Otra una pequeña pero muy reveladora anécdota me la refería Josefa Vidal, su enfermera de tantos años. Una de sus pacientes –que tanto recibió del Dr. López Gallart- al conocer su muerte comentaba: “Y ahora quién me escuchará a mí”. Y así tantos.

Muchas veces nos habló Pepe de su familia, desde su abuelo –Gallart Monés- gastroenterólogo en el Hospital de S. Pablo (Barcelona) y médico de Alfonso XIII hasta su padre el Dr. Manuel López Fernández, Catedrático de Medicina en Valencia, o bien de su tío Gallart Esquerdo, de su hermano Manolo también Médico, de sus hijos José Mº López Balaguer (también Gastroenterólogo), etc.

Ahora, cumpliéndose el primer aniversario de su muerte, todos recordamos a Carmen, su mujer –que frecuentemente le acompañaba en los Congresos-, valoramos su gentileza, nos unimos a su dolor, rezamos con ella y con sus hijos José Mª, Jorge, Flora y Carmen por el alma de Pepe, y lo tenemos muy presente en el corazón.

En la Asamblea del citado XXXVIII Congreso de la SEMP, en Zaragoza rememoramos a José Mª López Gallart: su valiosa aportación a la Sociedad, su nombramiento como miembro de Honor en el anterior Congreso (Madrid, 11-13 de 2002), su sincera y fiel amistad, y la deuda de gratitud debida. Como expresión de estos sentimientos y deseos me fue encomendado el encargo de trasladarlos a la familia y a la sociedad en lo posible. Así lo hago con estas líneas.

Sevilla, 7 de abril de 2004

Manuel Álvarez Romero

Presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática

Vocal de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática



Thure von Uuexkull-Obituario 

  20/05/2014 09:46



In memoriam
Thure von Uexkull

29 de septiembre del 2004

En la mañana del 29 de Septiembre del 2004 murió en paz, en su casa de Freiburg, Thure von Uexkull, que es, a mi juicio, el máximo exponente de la psicosomática europea de la segunda mitad del siglo XX.

Casi todos los hospitales universitarios alemanes tienen un departamento de medicina psicosomática, a los estudiantes de medicina se les obliga a realizar cursos en psicología médica, sociología y medicina psicosomática y más de 7000 camas en hospitales de rehabilitación alemanes están dedicadas al tratamiento de pacientes con trastornos psicosomáticos. La posición única que tiene la psicosomática en Alemania, en comparación a otros piases europeos, es debida a la insistencia y el trabajo de Thure von Úexkull.

Su objetivo fue ejercer una medicina integrativa: los problemas orgánicos y psicológicos han de ser tratados juntos y no por expertos de diferentes disciplinas. Este fue su credo , que ninguna enfermedad era causada solo por un problema, sea somático o psicológico. Úexkull creía que la progresión de una enfermedad dependía tanto de la personalidad, actitud y circunstancias sociales del paciente como de la condición médica del proceso.
La visión del ser humano de Úexkull como un sistema en el conjunto de otros sistemas estaba profundamente influida por las ideas de su padre, el eminente biólogo y filósofo, experto en semiótica, Jacob von Úexkull.

 Nacido en Heidelberg en 1908, von Uexkull estudió medicina en Hamburgo y trabajó como joven doctor en el hospital de la caridad en Berlin y desde 1943 a 1945 como médico militar. Se negó a adherirse al partido Nazi.

Su carrera académica en medicina y su preocupación adicional con la psicoterapia y el psicoanálisis empezó después de la segunda guerra mundial en el hospital universitario de Munich y se intensificó por sus experiencias sobre las nuevas formas de organización médica y procesos formativos en EEUU, después de ser recompensado por una beca Rockefeler.

En 1955 empezó como director médico, primeramente en la recién inagurada universidad de Guissen y después en la universidad de Ulm. Esto le llevó a cambiar la práctica y establecer su idea de la medicina integrativa, introduciendo la visión psicosomática de la enfermedad en todas las disciplinas médicas y quirúrgicas. Sin embargo solo lo logró parcialmente. Por ejemplo, gran parte de sus más importantes colaboradores se inclinaron más a una interpretación psicoanalítica de las enfermedades poniendo más énfasis en el tratamiento psicoterapéutico de las patologías orgánicas. Üexkull rechazó la creación de una especialidad en psicosomática y psicoterapia, porque insistía en mantener una visión integral del paciente.

Una parte importante del legado de Üexkull es el establecimiento firme de las materias obligatorias de pregrado como son la psicología, la sociología y la psicosomática en el currículo académico de los estudiantes. Una reforma reciente incluye un énfasis especial en la relación médico- paciente fruto de los incansables esfuerzos de Üexkull.

Después de su jubilación en 1976, escribió y editó un tratado de medicina psicosomática que alcanza ya 6 ediciones ( 1564 págs)
No cesando en la lucha por una medicina que se ocupe del cuerpo y alma del enfermo fundó la academia para la Medicina Integrativa en Stuttgart, que supone una considerable ayuda a mantener su filosofía.

Aunque su obra es muy extensa, dentro en el mundo científico y especialmente en el DKPK( Colegio Alemán para la Psicosomática), su idea de la medicina como un hecho psicosomático global sin parcelaciones y que promueve una formación completa del médico, sea cual sea su especialidad, en los aspectos biopsicosociales, queda plasmada en las bases teóricas de la Medicina Integrativa.


1. El modelo biopsicosocial es un “encaje” engañoso, siempre que tome a las hipótesis positivistas y los problemas dualistas de la medicina tradicional ( Se habla de la definición tradicional de ”bio”- como en “biofísica” y “bioquímica”) La medicina integrada entiende con “bio” a la biología como ciencia de sistemas vivientes. No parte en primer lugar de la “definición de cuerpo” de la anatomía y fisiología, sino de la definición del “cuerpo viviente”. El cuerpo viviente es una parte de un sistema, que se genera autopoieticamente como unidad del organismo y del medio ambiente, y para el cual la salud significa “salutogénesis” y la enfermedad significa la interferencia en su “salutogenesis”.

2. Los sistemas vivientes son “sistemas cerrados”. Ellos “interpretan” a su medio ambiente de manera “autoreferencial”, eso significa con su propia codificación. (Nadie puede sentir el dolor, el hambre o la sed o los sentimientos del otro). Con “interpretar” se debe entender a los procesos semióticos, con los cuales los organismos integran en una forma a su entorno con “asignación de significado” y “revisión de significado” para sus necesidades y posibilidades de comportamiento. Los organismos “traducen” de esa manera a su “entorno”, que así se convierte en un medio ambiente adecuado para ellos, quiere decir que realizan con sus “interpretaciones” una integración entre ellos y su medio ambiente.
Los organismos vegetales “interpretan” a su entorno por metabolismos (por ejemplo CO2 como input para la fotosíntesis). Los organismos animales “interpretan a su entorno por circuitos funcionales (como por ejemplo “como medio de transporte”, como “territorio”, como “presa” etc.). Los seres humanos “interpretan a su medio ambiente por circuitos de situación; como su realidad individual.

3. Los sistemas vivientes se pueden asociar de distintas maneras como suprasistemas (como por ejemplo en simbiosis, como colonia o como grupo social). De esa manera sus organismos desempeñan entonces distintos roles, que limitan su grado de libertad y también ajustan su codificación como “sub-codificación” a una codificación común. De esa manera se generan “escalones” o “niveles de integración” con dificultades de transmisión.

4. Los organismos en los sistemas vivientes son “sujetos”. Los “objetos” son parte de sus medios ambientes. Eso significa que no hay objetos que no pertenezcan a un sujeto. Para entender el comportamiento de los sujetos, tenemos que interpretar sus “interpretaciones” (valga la redundancia). Eso significa, que tenemos que decodificar el código, por el cual interpretan a su entorno.

5. Las interpretaciones, que están a nuestra disposición, se basan en metáforas, que en última instancia se refieren a nuestras experiencias humanas. De ellas dos tienen un significado básico:

5.1. La experiencia de que la intervención de nuestras manos modifica a nuestro entorno: de ella emergió la metáfora de la “causa mecánica”;

5.2. La experiencia de que también la transmisión de signos, que son comprendidos y contestados, tienen como consecuencia unos cambios del entorno: Platón hablaba de “causas de la persuasión”; y de ello hemos construido la metáfora de la intervención psíquica.

6. La metáfora de la intervención interpreta al “entorno” como medio ambiente de los movimientos arbitrarios que, como causas, generan efectos mecánicos. La metáfora de los signos interpreta al “entorno” como medio ambiente de un destinatario al cual se dirigen los signos y el cual responde a los signos.

7. Heinz Foerster sugirió para ambas metáforas a los siguientes modelos: las maquinas “trivial” y “no trivial”. Con ello él entiende maquinas “logicas” (semánticas) que transforman a los estímulos de los órganos de sentido (como input) en percepciones del medio ambiente (como output). Para ello tienen una función de transferencia como “operador”.

7.1. El operador de la maquina trivial trabaja con la función de transferencia de la causalidad mecánica. Corresponde a la metáfora que entiende al entorno como un medio para el movimiento arbitrario. Transforma a todos sucesos en causas mecánicas (como input) con efectos mecánicos (como output) y de esa manera asegura que al mismo input le siga el mismo output. La maquina trivial constituye el modelo prototipito para aparatos técnicos y para pronósticos fidedignos.

7.2. El operador de la maquina no trivial trabaja con la función de transferencia del cambio del significado. Después de cada operación cambia el sentido, que transforma al input en un output. La maquina impide que al mismo input le siga el mismo output.. Es el modelo prototipito para los sistemas vivientes. Así se modifica por ejemplo para el saciado el significado de los alimentos en comparación con un hambriento. Eso explica la dificultad de los pronósticos fidedignos sobre el comportamiento de los sistemas vivientes.

8. Como consecuencia, la medicina tradicional ve al cuerpo como una maquina trivial, y eso significa según la metáfora de la intervención manual. De esa manera interpreta al cuerpo del paciente como objeto del medio ambiente del medico, que tiene que encajar en una “forma/molde” con una maniobra (intervención técnica). Los éxitos de esta medicina se basan en las posibilidades, de mejorar maniobras con medios técnicos y así potenciarlos. La medicina integrada ve al cuerpo según la metáfora de la maquina no-trivial, eso significa como receptor de signos, los cuales él interpreta y responde bajo el aspecto de su significado para el calce entre él y su medio ambiente. Así el medico se transforma en un primer momento en un objeto del medio ambiente de sus pacientes con todas sus posibilidades y transferencias y con todos sus esperanzas y miedos que de ahí se alimentan. Para comprender el mandato médico de manera correcta, en un encaje con interferencias de tipo psíquicas y/o técnicas del paciente, debe haber, entre el paciente y el medico, esa realidad tan limitada que tengan en común.

Cebrián Diego. Med. Interna
Metzner Betina. Med. Familia
Servicio de Medicina Interna. Hospital de la Ribera. Alzira. Valencia.
      De Hotschik B
Psychosomatik Jaguar/Februar 2005
Obituaries
BMJ Volume 329, p 1047


Homenaje a Maxi Lozano 

  20/05/2014 09:45


HOMENAJE A MAXIMINO LOZANO SUÁREZ

Texto, adaptado para esta publicación, correspondiente al discurso del autor en el Acto Homenaje a Maximino Lozano Suárez en el XXVII European Conference on Psychocomatic Research (ECPR)


XI Annual Scientific Meeting European Association for Consultation-Liaison Psychiatry and Psychosomatics (EACLPP)


XLII Congreso Sociedad Española de Medicina Psicosomática (SEMP)


 Zaragoza, 25 a 28 de junio de 2008.


 Estas palabras pretenden ser un sentido y sincero homenaje colectivo al Dr. Maximino Lozano Suárez, posible sólo gracias a la generosa colaboración de su esposa Dña. Cristina Soto Ruano y de sus dos hijos Álvaro y Cristina, su cuñado el Dr. Agustín Soto Ruano, otros familiares y numerosos compañeros y amigos del Hospital Ramón y Cajal, el profesor Antonio Lobo, Manuel Álvarez Romero, Eduardo García-Camba y un numeroso grupo de amigos y compañeros. Aportaciones compartidas que han surgido del común afecto a Maxi, tal como lo hemos vivido también en otros foros: como lo fue su funeral en el Hospital Ramón y Cajal.

 El pasado día trece de noviembre de 2007, tras luchar contra una cruel enfermedad, ha fallecido a los 59 años de edad en Madrid el Dr. Maximino Lozano Suárez, un caballero zamorano de imborrable recuerdo, líder competente, ciudadano europeo de convicciones progresistas y comprometidas como, tales como:

 1.- La construcción del estado democrático de bienestar en Europa como defensor de una forma independiente y tenaz de entender la sanidad pública, la salud mental y una enseñanza de calidad tanto en el pregrado como en el postgrado: Mires en Psiquiatría, en Psicosomática, etc.

 2.- La aspiración a un mundo más justo y solidario por una cultura humanista global .De ideología progresista, amaba las tradiciones de su tierra, con profundo respeto a las de los demás, ciudadano comprometido con la tarea de hacer un mundo mejor, abierto al aprendizaje y al encuentro de forma creativa.

Era Jefe de la Sección de Psiquiatría de Enlace del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y Profesor de la Facultad de Medicina de Alcalá de Henares, un gran hombre y un excelente psiquiatra.

 Nacido en Zamora, el 18 de abril de 1948, hizo su Licenciatura en la Facultad de Medicina de Salamanca (junio de 1971) y, a continuación, completó “cum laude” su Doctorado en la misma Universidad (MEC 23-10-1990). Se especializó en Psiquiatría en el actual Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid (MEC 17-1-1976) y realizó su principal actividad profesional en esa ciudad, en el Hospital Universitario Ramón y Cajal (“El Psiquiatra del H. R. y C.”), en su Sección de Psiquiatría de Enlace. En 1995 fue promovido al cargo de Jefe de la misma y desde ese puesto ha desempeñado, según unánime criterio, hasta su fallecimiento, una extraordinaria labor profesional clínica y universitaria.

 Pertenecía a la generación de psiquiatras españoles que ha materializado la introducción de los servicios de psiquiatría en los hospitales generales, lo que ha supuesto un progreso muy importante; pero además fue pionero en la creación y desarrollo de la Psiquiatría de Enlace, la contribución desde la psiquiatría a la atención integral de los enfermos médico-quirúrgicos, atendiendo sus frecuentes alteraciones emocionales, en la “encrucijada psicosomática” que somos cada ser humano ,sin distinción alguna por razón de clase o posición social, en el hospital general .Este es con frecuencia un verdadero y auténtico laberinto. Un tortuoso laberinto arquitectónico y emocional: la organización social más compleja que haya existido a lo largo de la historia de la humanidad .Laberinto en el que convergen sentimientos confusos, evidencia científica, conflictos de intereses y objetivos diferentes, etc. En este medio tan duro, la posibilidad de comunicar sentimientos depende muy especialmente de la calidad del encuentro entre sus principales protagonistas: el enfermo, la enfermera y los médicos intervinientes. Maxi supo crear ese contexto facilitador de confianza y seguridad en el enfermo .Como nos recomendaba el Dr. Marañón, Maxi sabia:”buscar con ahínco al ser humano en la enfermedad y no la enfermedad en el hombre; cada enfermo es un mundo a respetar, diferente a los demás, en tanto que la enfermedad es siempre igual a sí misma.”

  Era un hombre alegre y amante de la vida, con una plena “capacidad de amar y trabajar”, de disfrutar con sus familiares y amigos. Maxí Lozano supo compaginar su entrega a los enfermos y a su profesión con los diversos intereses y aficiones propios de un auténtico médico humanista, en la mejor tradición de nuestro país. Y, desde luego, logró compaginar todo ello con la entrega y generosidad hacia sus seres queridos. Siempre hablaba de su esposa Cristina, de sus hijos, de su madre,…Con emoción y cariño. Su cercanía al resto de la familia también se nos ha hecho patente en los días aciagos de su esposa que le acompañó hasta el último momento y le ha supuesto un sustento fundamental en estos duros meses, cuando ha sido capaz de morir como ha vivido, tras atender, hasta su muerte, a su madre con cariño ejemplar. Vivió siempre como modelo para todos nosotros de dignidad, lucidez, valentía y serenidad. Afrontó con entereza y elegancia lo inevitable, el misterio inefable de la vida y de la muerte. .

 Hay que señalar que Maxi murió como vivió: consciente, decidido, afrontando su enfermedad de cara y con el temple necesario para explicar en la intimidad, horas antes de la hora decisiva, cómo debería ser su funeral: lugar, música, cantos, oratoria, liturgia.; y así fue.

 Tenía una elegancia discreta y gentil, reveladora de lo mejor de sí mismo: su disponibilidad, su respeto a las ideas de los demás, su temple así como su capacidad de escucha y de dar apoyo. Maxi, te buscábamos siempre cuando necesitábamos sentir el aura del afecto, el consuelo en el sufrimiento y la serenidad de tu sonrisa. En los encuentros que sosteníamos – durante un tiempo, muy frecuentes - , teníamos todos una especial ilusión con la señal de tu presencia. Llevábamos mucho tiempo conformando un grupo (tanto da si se llamaba REPEP u otros curiosos acrósticos) consolidado y bien coordinado por este “alma mater” que es Antonio Lobo. Un equipo de verdaderos amigos, unidos por proyectos científicos coherentes y profundos. Una coherencia y una profundidad en la que tú, Maxi, fuiste pieza nuclear. Pensamos que tu inmensa valía personal y profesional aunada al entusiasmo de Antonio Lobo, permitió el milagro de esta red en un mundo tan cambiante hasta la difuminación, tan competitivo hasta el paroxismo y tan abrupto hasta la crispación. La capacidad que te sobraba para el análisis preciso y la habilidad para neutralizar tensiones, marchaba unida a una benevolencia inteligente, que José María Farré bautizó como el “factor Maxi”, y que, en alguna ocasión, propuso como una dimensión específica de personalidad. Lo que, por cierto, provocó tu reacción divertida, sazonada por un gesto humildemente coqueto, otro de tus rasgos habituales. Y así establecimos lazos de auténtica complicidad amistosa con una interacción calidad-calidez que provocó una adherencia al Grupo particularmente intensa, y en el que tú jugaste siempre un intenso papel.

 Cómo psiquiatra el Dr. Lozano ha sido conocido por su buen hacer y su sólido sentido común clínico, pero al mismo nivel, también por su entrega, su disponibilidad, su humanismo y su profesionalidad; se trata de un mentor querido y respetado por los antiguos residentes, importante punto de apoyo y referencia, persona de confianza, ejemplo para médicos y psiquiatras en formación. Y es esta faceta de Maxi, adornada por su proverbial elegancia, su natural sencillez, su tolerancia, y ese humor amable que rezumada, la que le ha granjeado la amistad, el cariño y también el respeto de gran número de compañeros.

 Amigo acogedor y capaz de dar apoyo prudente. En contacto con las propias emociones y deseos personales que le garantizaban su habitual naturalidad, consistencia, la estabilidad emocional, la capacidad de disfrutar de la vida y un contagioso bienestar. Maxi, fue para todos nosotros ejemplo en cuanto a la disponibilidad de sanos mecanismos de defensas tales como el optimismo inteligente, el altruismo y la capacidad de planificación y organización activas. Amigo entrañable y sereno, sencillo y directo, hombre alegre y vital, elegante, no arrogante, y enemigo de toda forma de discriminación o de exclusión injustas.

 También ha sido Maxi muy querido y valorado como tutor de residentes. Pero el afecto por él no surgía en un primer contacto .De entrada era una persona de trato muy correcto, exigente en el trabajo, meticuloso en la supervisión, como buen psicoanalista, más observador que conversador .Más tarde ,sin saber cómo, las cosas cambiaban y te encontrabas frente a una persona dotada de gran calidez, afectuoso sin aspavientos y fiel a sus afectos .En el aspecto docente destacaba por su gran capacidad de integrar sabiduría y habilidades diversas de forma adecuada sin sufrir de dispersión o inconsistencia. Dominaba tanto el psicoanálisis como la fenomenología clásica y las bases biológicas de los diferentes trastornos mentales ,así como la capacidad de empatía y de ayuda a las personas enfermas .Era un excelente clínico y una persona humilde que sabedor de su valía profesional no se mostró nunca desairado por no haber sido objeto de un mayor reconocimiento .Maxi es el profesional del Ramón y Cajal que ha seguido con más interés la carrera profesional de los ex-residentes del centro ,llegando a conectar con el que estuviese desempleado para avisarle de posibles plazas ,y a recomendarle cuando las solicitaba. Su interés por la docencia le llevó a organizar numerosos cursos y seminarios, incluso cuando ya estaba enfermo, como el Curso de Experto en clínica psiquiátrica desde la perspectiva psicoanalítica en la Universidad de Alcalá de Henares.

       Maxi ha sido lo más parecido a un maestro profesional, cercano en lo personal, atento a las dificultades, primero más académico y luego más próximo y afectivo, pendiente de los MIRes tras acabar la formación. Ejerciendo una psiquiatra de rostro empático, de calidad y mérito, a través de un permanente esfuerzo de estudio, trabajo y autoanálisis saludable. No eras un psiquiatra-estrella individualista, sabías mucho y sabías compartir tu mucha sabiduría, amigo Maxi, con generosidad y tesón, con la valentía necesaria para superar dogmas de escuela y defender una psiquiatría basada en la evidencia.

 Maxi, muy aficionado a la tauromaquia: El arte y la técnica de torear, la fiesta de los toros, recogida en los aguafuertes de Goya (1816) y en las aguatintas de Picasso (1959). En ellas se nos muestran las diferentes suertes del arte de la lidia y de preparar al toro para la muerte, con la elegante valentía y el profundo respeto del diestro por el toro, verdadero protagonista de la fiesta con su fuerza fiera.

 Maxi compartía los valores supremos del toreo: inteligencia, valor y arte en perfecta armonía, a fin de dominar el riesgo trágico del torero en la arena de la vida. Emoción contenida con habilidad técnica, con sabiduría y con la elegancia que imprimía a sus faenas, Al fin y al cabo, el toro es el verdadero protagonista de la fiesta, del torero es el triunfo compartido.

Y es que Maxi, apelativo con el que le conocía todo el mundo, fue en vida hombre verdaderamente bueno, generoso y entregado tanto a su familia, a la que siempre tenía presente, como a sus amigos; repartía afecto por todas partes, porque no sabía hacerlo de otro modo; le salía espontáneamente del corazón. Y como psiquiatra, fue un hombre entregado al estudio del alivio del malestar de las personas que acudían a él en busca de ayuda profesional. Su currículum avala esa dedicación constante a la medicina dentro de su especialidad. Solía decir que no había hecho otra cosa en su vida que estudiar y trabajar, y yo añado sonreír, además de amar a su familia. Una actitud como ésta le grajeó numerosos amigos, y la simpatía de toda persona de bien que le conociera, además del profundo respeto de la familia profesional. Modelo identificatorio por su gran capacidad de trabajo y dirección de equipos profesionales, habilidades de comunicación, modelo para todos los que tuvimos el honor de colaborar con él y ser sus compañeros/amigos. Entusiasta, dedicó gran esfuerzo tanto al trabajo de supervisión de los casos clínicos de los Mires, como a la tutoría de su formación a través de un aprendizaje progresivo .Maxi repetía con frecuencia a los residentes:”Lo primero que debe hacer un psiquiatra es aprender bien el oficio “.Y Maxi tenía mucho, mucho oficio.

 Maxi conocía muy bien su oficio. No solamente era capaz de saber escuchar para realizar un diagnóstico y un tratamiento adecuados, sino también sabía situarse en la posición complementaria para que el paciente psicótico se sintiera ayudado y protegido al mismo tiempo.

 Y esto se pone claramente de manifiesto en el tratamiento de una de sus pacientes psicóticas, Paloma, de la que Maxi supo recoger el sufrimiento que le producía su psicosis esquizofrénica en forma de pinturas, hasta un total de 147. Maxi como psiquiatra psicoanalista, supo realizar la interpretación psicopatológica del arte de Paloma. Supo ver en la obra de su paciente la expresión del horror y el sufrimiento de sentirse sin identidad. Supo interpretar este “documento de su vida interior” que supone su obra pictórica.

 El discurso de la propia paciente es fiel reflejo del sentido que tienen sus dibujos y que expresan su mundo alucinatorio y delirante. Estos son algunos de los comentarios que Paloma realizaba a Maxi y en los cuales podemos ver el significado de sus pinturas:

- “me arrancan la carne a pedacitos; me estoy rompiendo; se van separando trocitos de mí, como si alguien tirara de ellos en todas las direcciones, como una goma que se estira hasta que se rompe; para mí es como estar muerta; no quiero que los animales se repartan mis piezas.”

- “hay veces que me pasan un aspirador por los pensamientos y me dejan vacía; no me acuerdo cómo soy ni cómo es mi cara; tengo una angustia, un desasosiego, es como si estuvieran hurgando en mi cabeza”

- “me parece estar perdiendo la identidad y ser un montón de cosas sueltas: un pensamiento, un deseo, una cara, una mano, pero todo suelto”

- “yo no puedo querer a mis hijos porque no siento que los quiero, no quiero a nadie”

- “me suenan los pensamientos todo el rato; me hablan voces que me dicen que mire al espejo para que me vea deshacer”

- “estoy viviendo en otra persona, no tengo los sentimientos míos ni los pensamientos, tengo la impresión de que me hubieran desplazado dentro de mi cuerpo y se hubieran metido otras personas a pensar”

Tanto el discurso como las pinturas muestran la angustia terrorífica de la paciente y suponen una llamada de socorro. Maxi supo recoger la petición de auxilio y ayudar a Paloma mitigando la intensa angustia que padecía.

Maxi databa de significación a los terribles dibujos de la paciente. Sabía ver primero un despedazamiento de su cuerpo, manifestación de sus alucinaciones cenestésicas para luego pasar a un intento, por su parte, de crearse una nueva identidad, manifestación de la formación de su delirio. Supo interpretar el significado de los dibujos y algunos de los sentimientos que expresaban : la soledad y el vacío; igualmente las voces que le persiguen, la intensa angustia en forma de grito, la separación de partes de su cuerpo, la invasión de su cuerpo por otros cuerpos; el suicidio, fueron objetos de consideración. Supo ver un intento de la paciente para dar significación a su propia vida.

Por otro lado Maxi pudo ofrecer a la paciente una contención eficaz para que pudiese expresar sus angustias, para poder explicitar su experiencia psicótica, un lugar donde podía desahogarse y al mismo tiempo con un profesional que se convertía en esperanza de identidad. Como decía la propia paciente: “cuando abro las ventanas en casa para tender la ropa pienso que podría tirarme, pero pienso que puedo venir a contártelo a ti y tú me liberarás y me ordenarás que no lo haga, así me siento liberada; aquí estoy bien, porque dices que me entiendes aunque no sé cómo, fuera de aquí estoy tensa, aquí me siento relajada, tú sí me oyes, los demás no; sé que tú no me vas a hacer daño; cuando veo que se me caen lo dedos y que voy a dejar de existir tengo que venir aquí… y pienso que tú no me vas a dejar ir”.

La relación profesional que Maxi tuvo con esta paciente no es sino el reflejo de su capacidad para escuchar, interpretar, comprender y sobre todo ayudar a los pacientes que padecían y buscaban aliviar su sufrimiento.

 Recordando también al Dr. Ajuriaguerra, repetimos que “se envejece (y se muere) tal y como se ha vivido”. La última etapa de este viaje, hecho con conciencia y lucidez (privilegio único del ser humano) fue asumida por Maxi como hecho inevitable y como reto de superación personal ante el dolor y el sufrimiento propios de la enfermedad y de la vida. Posibilidad de elaboración y de sublimación amorosa y creativa: Maxi es así, un modelo ejemplar de vida personal y profesional.

 Los que hemos tenido la fortuna de compartir con Maxi muchos momentos de su vida, nos encontramos unidos también por un doloroso sentimiento de pérdida, aunque neutralizado por su fuerte herencia viva, intelectual y emocional, que nos anima a seguir trabajando, dado que él, ya descansar en paz.

 La psiquiatría española ha perdido a un muy firme valor médico, científico y humanista, además de un magnífico ciudadano. Todos los compañeros de su Psiquiatría Psicosomática le añoramos y, estimulados por su ejemplo, seguiremos honrándole y procurando mantener los altos estándares profesionales y personales que tan honda influencia nos ha dejado. Ya no podremos contar con la presencia física de Maxi, pero si su pérdida será imposible de reparar, su figura y su influencia pervivirán en todos nosotros.

No es fácil extenderse más en la evocación de Maxi cuando se tiene la sensación de que cualquier palabra utilizada se queda inevitablemente corta a la hora de expresar lo que realmente fue en vida, y de reflejar los propios sentimientos. Quizás por eso sea mejor dejarlo aquí, exclamando: Maxi, fue un honor compartir tiempo contigo; te quisimos, te queremos y te recordaremos siempre.

   Porque es bueno saber que no nos perdemos como el río en el océano y que los rostros no pasan como el agua en el tiempo, que tampoco es otro río. La tarea creativa de Maxi es inmortal, está viva en todos nosotros y en tantos otros que le hemos conocido y admirado. Mediante sus valores, su capacidad de trabajar, de disfrutar de la vida y de amar. Maxi es uno de esos seres humanos símbolo de lo más digno y solidario de la creación, con su claro legado vital trascendente, que nos conduce a elevar la mirada a un nuevo horizonte. Gracias Maxi.

 Descanse en paz.

 Dr. Calos Mingote Adán

Presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática



En la muerte de Maxi Lozano 

  20/05/2014 09:44


Sevilla 14 de noviembre de 2007

Querido amigo:

 Acabamos de recibir la dolorosa noticia de la muerte de Maxi. Al filo del medio día del martes 13 de Noviembre el Dr. Maximiliano Lozano Suárez nos ha dejado tras una dolorosa enfermedad que ha llevado con dignidad y sentido trascendente. Así me lo hacía notar él mismo hace unos pocos meses cuando comentábamos su ausencia -por la enfermedad- en el Congreso Anual de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática (SEMP) celebrado en Oviedo en Mayo 2007.

 Maxi presidió la SEMP hasta hace tres años con cariño, competencia y acierto. Su liberalidad y su laboriosidad se plasmaron en los proyectos y realizaciones profesionales y estructurales, desde su trabajo en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Sus novedosas propuestas de promoción para la disciplina Psiquiatría Psicosomática como entidad continuadora de la Psiquiatría de Enlace, al estilo USA, han ido ganando terreno en el ámbito de la European Association for Consultation-Liaison Psychiatry and Psychosomatics (EACLPP) en los últimos años. En directo o en boca de Antonio Lobo, junto al que preparó diversas ponencias en los últimos Congresos Nacionales e Internacionales de Psiquiatría, que le servía de portavoz en sus ausencias por la enfermedad, ha sabido Maxi conceptualizar y redefinir la Psiquiatría de Enlace para los próximos años.

 Maxi Lozano ha sido un buen hombre, un buen profesional y un gran amigo. Siempre hablaba de su madre, de su esposa Cristina, de sus hijos con sincero y emocionado cariño.

 Sabía siempre facilitar la actividad psicosomática con su disponibilidad para desplazarse cuando se lo pedíamos para en reuniones formativas. Su bondadoso agradecimiento facilitaba el seguir reclamando sus servicios. Con la bata y en las consultas, en Congresos e investigaciones, en la docencia y en las publicaciones, en el ocio y la amistad Maxi, con su sonrisa zamorana, banalizaba penas o dificultades e inculcaba sentido positivo en las tareas.

 En nombre de todos los compañeros de la SEMP y de tantos colegas y amigos con una oración por su descanso eterno, y animados por su ejemplo, seguiremos honrándole procurando mantener y recrecer nuestra cabal hombría de bien tan necesaria en este mundo de las neurociencias y del humanismo médico.

 IN PACE

Manuel Álvarez Romero

Secretario de la SEMP